Aunque no es nuevo, este enfoque se centra en curar a la gente de los efectos deshumanizadores de la colonización, el imperialismo, la violencia sancionada por el estado y la opresión sistémica. Se implementa cuando las terapias tradicionales no tienen en cuenta la discriminación sistémica y los prejuicios raciales que comúnmente afectan a las personas marginadas de todo el mundo.